domingo, 19 de octubre de 2008

e-Waste: La nueva basura


Por si no bastara con el cambio climático y sus dramáticos impactos, ha llegado el e-waste o basura electrónica, un nuevo problema ambiental. Son los celulares, computadoras y cualquier producto que ya no utilizamos...

- Aunque se genera en casa, la basura electrónica no es basura doméstica convencional y requiere de un manejo especial -

El boom de los aparatos electrónicos en todo el mundo y la tendencia de los fabricantes a reducir la vida útil de los productos ha ocasionado que cada año se generen en el mundo entre 20 y 50 millones de toneladas de residuos peligrosos adicionales.
Para México, el INE estima que durante 2006 se generaron alrededor de 257,021 toneladas de residuos por aparatos electrónicos tirados a la basura. Nuestros aparatos electrónicos están hechos con metales pesados, compuestos orgánicos persistentes y otros químicos peligrosos para la salud y el ambiente. Para atacar este problema, organizaciones como Greenpeace han propuesto "la responsabilidad extendida del productor" que, entre otras cosas, significa que los fabricantes reciclen sus artículos al final de su vida útil.
Esto es ya una realidad en la Unión Europea, EU y otros países, pero en México las autoridades no han impulsado una legislación de este tipo y las empresas no han tomado la decisión de responsabilizarse totalmente de estos residuos.

Aquí algunos consejos de lo que podemos hacer...

1 No se deshaga de aparatos en buenas condiciones, extienda su vida útil incorporándoles los aditamentos que requiera para seguir utilizándolos.

2 Si de cualquier forma va a deshacerse de un aparato en buenas condiciones, déselo a quien lo puede utilizar.

3 Al adquirir un aparato electrónico, pregunte qué puede hacer con él cuando ya no sea útil, es decir, exija al fabricante o comercializador una política de reciclaje.

4 Tome en cuenta los programas de reciclaje y de sustitución de químicos peligrosos en los aparatos como criterios al momento de adquirir un aparato electrónico.

Fuente: Día siete, semanal # 427

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